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Alejandro:
Ya personalmente hemos hablado alguna vez del exitismo que produjo en los últimos torneos alguna que otra actuación interesante y que hizo pensar a algunos que podíamos pelear arriba en la tabla. La realidad nos dió un tremendo cachetazo dejándonos en Promoción, gracias a milagros aun hoy "inesperados" y sin entrar en detalles.
Torneo a torneo se agrava porque ha sido muy importante el dinero puesto para armar un plantel tan innecesariamente numeroso como improductivo, como también he manifestado en otras oportunidades.
Jugadores que no sabemos que podían aportar porque ni siquiera integraron el banco de suplentes; otros que salen y no vuelven a formar parte del equipo y luego vuelven a estar.
En este punto debo decir que los que no podemos acercarnos al club y nos comunicamos por estos medios o en la cancha, estamos totalmente desinformados por ejemplo sobre lesiones o condiciones en las que se encuentran algunos jugadores.
De este partido en particular, tengo algunas discrepancias con los comentarios de las páginas partidarias. La sensación al fin del primer tiempo era que, aun lejos de hacer una gran demostración, el equipo fue lo suficientemente superior como para esperar un resultado favorable. Lo que Estudiantes generó hasta ahí se debió más a errores nuestros que aciertos de ellos; claro que esto no hacía presagiar lo que sería el segundo tiempo.
En esa primera etapa se controló bastante la pelota con Sever aportanto los "alti" de sus habituales altibajos, a pesar de dar ventajas físicas. Con Lamas y Frances, conteniendo en el medio. Sí se veía que no iba a ser la tarde de Badell, no le salía una, que Ramos no desbordaba como nos mal acostumbró, que por esas y otras deficiencias a Gigena no le llegaba bien la pelota. Con ello bastó para llenar los espacios, principalmente en el medio y no tener tanta distancia entre líneas, como ha sido característico desde hace bastante tiempo en las formaciones, sea quien fuere el técnico del momento.
Insisto, aun con esos atenuantes hubo aproximaciones serias e inquietantes para el arco de Estudiantes.
No percibí la intranquilidad exagerada y justificada de otros partidos en la tribuna cuando no se llega o se llega mal, porque aun con las limitaciones apuntadas se generaron aproximaciones, no contundentes pero sí preocupantes para el rival.
Todo esto queda corroborado en las "Anotaciones" leídas en la página "La Voz..."
Claro que el segundo tiempo queda más grabado, porque después del gol fue un desconcierto tan monumental que se perdió el modesto orden que observé en el la primera etapa, y tal vez se hicieron muy marcados los errores que en el primer tiempo pasaron desapercibidos porque había algo de control.
Con respecto a esta parte del partido, coincido totalmente con las opiniones.
Atentamente, Hugo (no soy el que escribe en la columna de al lado)

Alejandro:
Completo el envío anterior detallando algunas cosas que me llaman la atención y otras que se reiteran:
- ¿Por qué el ejecutante casi exclusivo de los tiros libres es Demaldé, habiendo mostrado la ineficacia de los mismos y cómo se complica la cosa si se cruza en diagonal toda cancha para hacerlo, sin los relevos necesarios? Y atenti que el Polaco es uno de mis preferidos y lo quiero siempre, aun andando bajo, pero cada uno a lo suyo.
- En el mismo sentido, ¿por qué las jugadas supuestamente preparadas son tan inocuas y no se escarmienta? Una en el primer tiempo fue el colmo: tiro libre en 3/4 rival; Demaldé y Ramos para jugarla; uno solo de Estudiantes delante de la pelota, el resto dentro del área. Todos esperábamos pase a Ramos, desborde cómodo y pase atrás. No; insólitamente la tocan los dos, pase ¡al círculo central! y pelotazo vertical al área cómodamente despejada por la gente rival. ¡Insólito!
- Foules lejos del área, a un costado y con el rival de espaldas. No solo innecesario sino que nos costó el gol que encarajinó todo. Otra vez esta historia que ya nos costó caro contra Los Andes y también los hubo en otros partidos que no fueron gol porque, por ley estadística todas no pueden entrar.
- Llamativo bajón de varios integrantes del equipo al mismo tiempo; no es común. Habrá sido una de esas tardes; claro que se potenció con el primer gol y el desbarajuste siguiente. Lamentablemente, Gambandé fue responsable directo en ambos goles y aunque salvó otros dos, no lo exime. A pesar de ello sigo creyendo que es el mejor después de Ardente. Convengamos que si no tuviera estas cosas seguramente no estaría en San Telmo, aunque me duela decirlo.
- Elogié la evolución de Caldiero en cuanto a jugar más hacia la pelota que al hombre, pero el martes pareció "recobrar la memoria" y volvió a sus orígenes. Tanto que en un codazo descalificador y evitable en la zona lateral-central a la vista de todo el mundo, que el árbitro entendió que no fue falta y el línea pareció no haber visto. Era expulsión sin lugar a discusión. Una irresponsabilidad.
- ¿Qué pasa con otros jugadores que han mostrado alguna cualidad para jugar casos Gauto, Ayala, Marando, por nombrar solo a quienes juegan en lugares claves o que pueden hacer “daño”, al menos como alternativas de recambio?
- Lamento decir que la mayoría de los chicos que vienen de abajo no están, al menos por el momento, para cambiar algo.
- No tengo nada personal contra Frances, pero mi percepción es que "tribunea" pidiendo la pelota, pretendiendo mostrar que quiere dirigir el juego, más cuando vamos perdiendo, pero termina casi siempre jugándola en forma intrascendente hacia atrás o a los costados y cometiendo faltas tan innecesarias como riesgosas. ¿No habrá que intentar otras variantes a las que a veces parece afecto el DT?
Insisto: hay demasiado presupuesto para resultados tan magros y esto debe ser entendido de una vez por todas por los involucrados sean jugadores, cuerpo técnico o dirigentes y el que así no lo entienda, no lo sienta, no esté convencido o crea que no puede, que dé un paso al costado o no participe según corresponda.
Por último, sí, son 10 finales las que quedan pero debió entenderse mucho antes que eran 40

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